En un giro inesperado en la situación legal del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien enfrenta investigaciones por peculado relacionado con obras públicas después del terremoto de 2016, su abogado, Eduardo Franco, confirmó el viernes 22 de diciembre que Glas ha solicitado asilo a México.
La solicitud de asilo, según Franco, tiene como objetivo principal resguardar la integridad física de su cliente. En declaraciones a la AFP, Franco expresó su preocupación, afirmando que la vida de Glas estaría en peligro y que su detención podría llevarlo a enfrentar riesgos mortales, especialmente considerando la supuesta falta de control estatal en las cárceles.
La medida tomada por el exvicepresidente ecuatoriano ha generado un revuelo tanto a nivel nacional como internacional. Eduardo Franco se limitó a decir a la prensa: «Está confirmado, eso le puedo decir», en referencia a la petición de asilo.
Jorge Glas, quien fue vicepresidente de Ecuador durante el mandato de Rafael Correa (2007-2017), se refugió en la embajada mexicana en Quito el pasado domingo y permanece allí como huésped.
La investigación en curso en Ecuador, conocida como el «caso de reconstrucción de Manabí», se centra en supuestos actos de peculado relacionados con la reconstrucción de la provincia de Manabí después del devastador terremoto de 2016. La fiscal ecuatoriana Diana Salazar indicó que Glas debería rendir su versión en la Fiscalía, pero enfatizó que no existe una orden de detención en su contra, solo una invitación para comparecer.
Cabe destacar que Jorge Glas también fue condenado en diciembre de 2017 a seis años de prisión en un caso separado relacionado con la trama de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht. Sin embargo, en 2022 obtuvo libertad condicional.
La Cancillería de Ecuador emitió un comunicado expresando su preocupación por una posible concesión de asilo diplomático por parte de México, calificándola como no lícita. De concederse, advirtieron que actuarían con firmeza.
En los últimos años, México ha otorgado asilo o refugio a otros exfuncionarios del gobierno de Correa, generando tensiones diplomáticas entre ambos países. La ministra de Gobierno de Ecuador, Mónica Palencia, informó que se reforzó la seguridad alrededor de la embajada mexicana en Quito tras la presencia de Glas en el lugar.
